Ruta del Vino de Zamora, "una experiencia para los cinco sentidos"


 

"Ruta del Vino de Zamora"

un viaje para los cinco sentidos

 

El vino da nombre a este territorio y a esta ruta, pues el cultivo de la vid fue hasta bien entrado el siglo XX, el principal sustento de la economía rural. 

Pero "La Ruta del Vino de Zamora" es mucho más que vino, es enoturismo en su concepción más amplia:

"Es sentir su patrimonio, su arquitectura, su cultura y sus tradiciones, su historia, su ocio, su naturaleza, su gastronomía y su gente".

 


Un grupo de prensa especializada en turismo, vinos y gastronomía, hemos tenido el placer de disfrutar de esta ruta y vivir en primera persona esta experiencia única en la que los  sentidos son "cautivados". 



La Ruta del Vino de Zamora es... descubrir territorios únicos envueltos en la cultura enológica entre viñedos, con catas y degustaciones en bodegas tradicionales.
 

Comprende más de medio centenar de localidades, en el área geográfica tradicionalmente conocida como Tierra del Vino, al sur de la provincia de Zamora entre las que se incluyen la ciudad de Zamora y 10 municipios salmantinos.



La localidad del Cubo del Vino de Tierra del Vino es el primer municipio de la calzada romana a su paso por Zamora, cerca está el Monasterio cisterciense de Santa María de Valparaíso, en Peleas de Arriba del que se conserva la bodega-almacén de las dependencias monacales.

En Villanueva de Campeán encontramos las ruinas del Convento del Soto, fundado en el siglo XV y antigua hospedería. 



Corrales del Vino
destaca por su conjunto urbano protagonizado por sus casas de piedra arenisca así como la Iglesia parroquial de Santa María Magdalena con bóvedas de crucería gótica. El Perdigón es famoso por sus bodegas subterráneas si bien son características y pueden encontrarse durante el transcurso de toda la Ruta del Vino.

La comarca incluye también localidades como Moraleja del Vino, Santa Clara de Avedillo y Casaseca de las Chanas en la que destaca su Iglesia parroquial de San Juan Bautista mezcla del Gótico y el Renacimiento.


La Ruta del Vino de Zamora es
...  paisaje tradicional castellano, que combina los campos de cereal con los centenarios viñedos de la Tierra del Vino.

Paisajes únicos donde escuchar el silencio de la naturaleza sólo interrumpido en ocasiones por el pasar de los pastores y sus rebaños.

La comarca abraza el Duero a su paso por la provincia y cuyo territorio se ve atravesado, de Sur a Norte, por la Vía de la Plata o, lo que es lo mismo, por el Camino de Santiago del Sur, por lo que el transitar de peregrinos con mochila a pie, en bici o a caballo es típico a lo largo del año.

Grandes viñedos son el paisaje más predominante en la comarca, donde se desarrolla el ciclo vegetativo de sus vides.

Se encuentran en la comarca también fuentes naturales así como rutas de paseo tranquilas y alejadas del bullicio.


La Ruta del Vino de Zamora es... un amplio patrimonio cultural  que convierte a esta ruta en un museo de arte al aire libre.

En la capital, sus edificios van desde el Románico de los siglos XI y XII hasta el modernismo del siglo XX, e invitan a un paseo para conocer sus monumentos, sus templos, sus empedradas calles, etc.


En Zamora capital se suma en los últimos años la oferta de arte urbano con grafitis y murales importantes, que a su vez son una muestra de la cultura y etnografía de nuestra provincia.

 


La Ruta del Vino de Zamora es... tradiciones.

Septiembre y octubre es el comienzo de la época de vendimia para después dar paso a la elaboración del vino en las bodegas, marca y tradición de la ruta.

Llegando noviembre es popular la celebración del magosto en el que se asan castañas para vencer las bajas temperaturas.

Los días de frío invierno, llegando el mes de diciembre, daban paso a la matanza, con el sacrificio del marrano. Con él, se hacía la elaboración de chorizo, las chichas, el despiece (costillares, lomos, etc); base y sustento fundamental de alimentación familiar para pasar el invierno.

La fiesta del Mayo es tradicional en muchos puntos de la comarca, es herencia pagana y en ella se exalta la vida y la fertilidad.

Las mascaradas de invierno, las águedas por las candelas, los encierros y las tradiciones taurinas así como otras múltiples romerías y festividades completan la oferta cultural de la zona.

No se puede pasar por alto la Semana Santa de Zamora capital, declarada de Interés Turístico Internacional desde 1986. Es una de las más antiguas y prestigiosas de España. Posee una imaginería de gran valor artístico y patrimonial, destaca por su devoción, sobriedad, austeridad, silencio, respeto y fervor con el que se vive por toda la ciudad.



La Ruta del Vino de Zamora es... conocer y saborear su gastronomía.

Podremos asistir a talleres e industrias y conocer a los artesanos y su forma de trabajar degustando sus productos en la propia fábrica, como  pan, dulces tradicionales (panadería Hnos. Coomonte), chocolates (Chocolate Refart) quesos (Quesería Laurus), embutidos, legumbres (garbanzo de Fuentesaúco), etc. 

Una muestra del buen hacer de los artesanos y del conocimiento y la experiencia de agricultores y ganaderos.

 

 

Estos alimentos, certificados con Marcas de Garantía, Indicaciones Geográficas Protegidas y Denominaciones de Origen, son el fundamento de una cocina tradicional que podemos degustar en los prestigiosos restaurantes de la ruta (Bodega de Valcabadino, Casa Aurelia,...).



La cocina típica tradicional castellana; platos y guisos de cuchara, asados al horno de leña (destacando el lechazo, Marca de  Garantía de Castilla y León, o la Ternera de Aliste entre otros), carnes y pescados a la plancha o a la parrilla, siempre maridados con vinos de la DO Tierra del Vino.

 

 

El resultado de una materia prima que simplifica la elaboración y ensalza los sabores que identifican la Tierra del Vino y que ya no podrás olvidar.

 


Y por supuesto , 
la Ruta del Vino de Zamora es... VINO, epicentro de esta experiencia que da nombre a la comarca, a la única Tierra del Vino de la península Ibérica.

La D.O. Tierra del Vino de Zamora marca la delimitación geográfica de la Ruta del Vino de Zamora de las bodegas a visitar. 


 

La influencia del suelo y el clima marcado por unos inviernos muy fríos y unos veranos secos y calurosos, favorecen el desarrollo de variedades predominantes como la Malvasía Castellana, Moscatel de grano menudo, Verdejo o Godello destinadas a la elaboración de vinos blancos; mientras que la uva denominada Tinta del País o Tempranillo, es la protagonista de los vinos tintos.



La ruta
está cruzada por múltiples cauces fluviales que hacen que los suelos de la comarca sean arcillosos en su profundidad pero en superficie arenosos, con grava en las zonas de ladera y en los altos predominan los guijarros.

Todos estos factores, hacen del entorno un lugar privilegiado para el cultivo del viñedo y la elaboración de vino de alta calidad que ha sido desde siempre fundamental en la economía rural de la comarca. 

El Reglamento de la Denominación de Origen fija las  variedades admitidas en Tierra del Vino, como principales tinta, Tempranillo, y como blanca, Malvasía, Moscatel de grano menudo y Verdejo. Como autorizadas tinta, Garnacha y Cabernet-Sauvignon, y como blanca, Albillo y Palomino.

 

 
"Los sentidos se agudizan en un entorno que cambia a cada momento del año".
 
 
 


¡Vive Zamora, vive su Ruta¡


 

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