Salsas de ajo y aceite de oliva virgen extra

 

El aceite de oliva y el ajo son dos grandes ingredientes de la Dieta Mediterránea. Cada uno, por separado, aporta múltiples beneficios a nuestro organismo y son parte fundamental de muchas de las recetas que elaboramos. Si, además, los combinamos, sus propiedades se multiplican. 

Os dejo diferentes salsas de ajo y aceite de oliva virgen extra que acompañarán a la perfección muchos de nuestros platos.

 

Alioli, la más clásica de las salsas de ajo y aceite de oliva

La salsa más tradicional que combina el aceite de oliva y el ajo es el alioli. Su nombre hace referencia a esos dos ingredientes (all – ajo y oli – aceite) y, aunque es muy utilizado en las zonas de Valencia, Cataluña y Baleares, su origen viene de mucho más lejos, concretamente del Antiguo Egipto, donde ya preparaban una mezcla con estos ingredientes. De Egipto pasó a la época romana y, de ahí, se extendió por diferentes territorios, entre ellos, España.

Hoy, como decimos, es un clásico que acompaña arroces, pescados, patatas o carnes. Su secreto: la calidad del aceite y la mano de quien lo prepara. 

La receta tradicional se prepara usando mortero, machacando bien los ajos y añadiendo aceite de oliva poco a poco, mientras se trabaja bien con la “mano” del mismo hasta lograr que se ligue y tengamos una textura adecuada. Solo si vemos que nos cuesta lograr que emulsione, podemos agregar una yema de huevo.

 

Toum, la versión libanesa del alioli

Como decíamos, esta tradicional salsa de aceite de oliva y ajo se difundió por diferentes países, con sus aportes personales. Es el caso del “Toum”, la salsa de ajo que se utiliza para aderezar platos tradicionales de su gastronomía, como el shawarma o el kebab.

El Toum se elabora tradicionalmente con aceite de oliva, ajo, zumo de limón y sal, aunque en algunos lugares le añaden un poco del líquido de cocción de los garbanzos.

 

Salsa de ajos asados

La salsa de ajos asados sirve para acompañar carnes y patatas, pero también para acompañar unos vegetales crudos, a modo de aperitivo. Al asar los ajos, el sabor es más suave y sutil.

Para elaborarla necesitamos bastantes ajos (al menos, dos cabezas). Ponemos todos los dientes de ajo sin pelar en una fuente de horno y añadimos un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra y horneamos durante unos 25 minutos a 200ºC. Los dejamos enfriar, pelamos y machacamos hasta obtener una pasta homogénea. Añadimos cuatro cucharadas de crema de leche (nata espesa), media cucharadita de zumo de limón, un chorrito de aceite de oliva virgen extra y dos cucharadas de mayonesa. Lo aderezamos con un poco de sal, pimentón o alguna hierba fresca, como cebollino o perejil.

 

Pesto, la salsa de ajo y aceite más italiana

Si hablamos de salsa para platos de pasta, el pesto es, probablemente, una de las que primero se nos viene a la cabeza. Y sí, esta salsa italiana también está elaborada con aceite de oliva y ajo, a los que se añaden albahaca, piñones, sal y queso Parmesano.

El resultado es una salsa espesa, con un intenso sabor que, al mismo tiempo, aporta frescura a diferentes variedades de pasta, así como a los gnocchi, elaborados con patata.

 

O, simplemente, aceite aromatizado con ajo

Además de estas salsas, no podemos olvidar otra combinación perfecta de estos ingredientes para rematar muchas recetas: el aceite de oliva virgen extra aromatizado con ajo, ideal para dar un toque diferente a platos de pasta, arroces, ensaladas, carpaccios, carnes o pescados.

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2 Comentarios

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