Aunque el factor más determinante es la calidad de lo que
comemos, por ello el primer paso en este sentido serÃa empezar a
reemplazar los alimentos no saludables que comemos por otros que, si lo
son, por ejemplo:
- El donut por un plátano.
- El croissant por avena o pan integral con queso, por ejemplo.
- El yogur azucarado por un yogur con canela.
- Un bocata de mortadela por unos frutos secos o semillas.
- El chorizo en las comidas por otra carne magra y pimentón.
- Los refrescos por agua o agua con trozos de fruta o infusiones.
También
ayuda mucho a mejorar la salud de la familia dejar de pensar que
nuestros niños o adolescentes por estar delgados o hacer mucho deporte
necesitan comer cada dÃa donuts, croissants, lácteos azucarados,
embutidos grasos, etc.
Cuando logramos hacer este cambio estamos
haciendo en realidad un gran paso ya que solo mejorando la calidad de lo
que comemos estamos mejorando nuestra salud, nuestro rendimiento y el
riesgo de enfermar.
Con paciencia y constancia podemos ir
entendiendo poco a poco lo que en realidad necesita nuestro cuerpo y
disfrutaremos de una alimentación más saludable y variada.
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