BioCultura Madrid 2025
El sector "bio" lanza un decálogo para protegerse del "greenwashing"
El mundo "bio" le planta cara a los lobbies químicos
La cena de periodistas de BioCultura, siempre anterior a la feria, ya es un clásico que muchos informadores “verdes” de la Villa y Corte no nos queremos perder.
Este año, entre periodistas, organizadores de la feria y otros profesionales del mundo “bio”… la cena contó con 90 invitados.
El Ecocentro de Madrid, este miércoles 5 de noviembre, se puso a reventar. En un inmejorable clima de alegría y denuncia, el sector ecológico presentó un decálogo para defenderse del “greenwashing” (lavado de cara verde) con el que el universo “bio” quiere llamar a las cosas por su nombre y descartar presuntas “sostenibilidades” falsas en fraudulentos nuevos sellos agroalimentarios, tendencias sociales creadas por el lobby químico e idearios políticos arrodillados frente la presión de las grandes empresas.

Montse Escutia - Ángeles Parra
Fue una velada la mar de bonita. Además, era una noche significada por
un hecho inhabitual: relevo en la dirección de BioCultura y Vida Sana,
entidad decana en la defensa de la producción ecológica. Ángeles Parra
dio paso, tras su jubilación, a Montse Escutia. La primera vez que la
primera no oficiaba como “jefa” y la primera vez que la segunda se
presentaba en un acto público (con todo el sector delante) como
presidenta de Vida Sana y como directora de BioCultura. Fue, además de
un encuentro de periodistas, una celebración del asunto, que no es un
tema baladí, pues Ángeles Parra llevaba toda una vida al frente de la
citada entidad. Parra recibió los elogios del sector por el trabajo
realizado hasta la fecha. Y a Escutia se le auguraron muchos éxitos ante
los nuevos retos y desafíos que se le presentan…

Montse Escutia - María Díaz
En los discursos oficiales, se habló del nuevo acento profesional que tiene BioCultura Madrid 2025 a la búsqueda del crecimiento del sector ecológico español, hasta ahora más exportador que otra cosa. Se comentó también el desastre que puede suponer para el sector ecológico el “greenwashing” de esa supuesta nueva agricultura sostenible, que ni es agricultura ni es perdurable.
Estuvieron
representantes de ASOBIO (Pol Picazos, Eva Roger), Ecovalia (Álvaro
Barrera), INTERECO (Regina Monsalve), SEAE (Pilar Galindo), la propia
Vida Sana (organizadora de BioCultura)… También asistieron delegados de
algunos comités de agricultura ecológica de diversas comunidades
autónomas españolas (Asturias, Madrid, Navarra…).
Se presentó ante la prensa y el sector el nuevo *decálogo por la alimentación “bio” que pretende dejar claro al consumidor qué es alimentación ecológica y qué no lo es, ante la avalancha de publicidades fraudulentas, nuevas tendencias que confunden al consumidor y la aparición de sellos “sostenibles” (como está ocurriendo en Catalunya) que podrían perjudicar el futuro de la agricultura y la ganadería ecológicas. Los representantes de las cinco entidades se mostraron contundentes contra el “greenwashing” y pidieron a la Administración incentivos fiscales para el sector ecológico, campañas de promoción en los medios públicos y discriminación positiva para el alimento orgánico en la compra pública (comedores escolares, residencias, hospitales…). El decálogo no deja lugar a dudas sobre lo que el sector ecológico español necesita para seguir creciendo y que el consumo interno “bio” en España alcance las cifras que ya tiene en países como Alemania, Francia, Dinamarca, etc. El grueso del sector ecológico exigió relocalizar el consumo orgánico. También se pidió a la Administración que sean los que contaminan los que paguen por los problemas sanitarios y medioambientales creados y se solicitó a los legisladores un IVA reducido para el alimento ecológico certificado.
Estuvieron en la citada cena los máximos responsables del mundo “bio”
español. Porque el universo orgánico es, más que un sector económico,
una especie de familia de gente que, aunque pueda tener diversos puntos
de vista en ciertos temas, se muestra siempre bien avenida y poniendo el
propósito en los intereses comunes: la salud del ciudadano, la
regeneración gaiana, la justicia social, etc.
Este año, todos nos
emocionamos un poco porque Ángeles Parra se corta la coleta. Hubo quien
soltó alguna lágrima. 40 años más de lucha por un mundo más limpio, más
bello, más ecológico y más sereno. Y por una alimentación saludable y
regeneradora contra la alimentación industrial, que está detrás de una
gran cantidad de los problemas sanitarios y ambientales que sufrimos
todos/as.
Pudimos elegir, de primero, entre el tataki vegetal de tofu ahumado y las berenjenas en pickie mediterráneo. De segundo, entre el seitán glaseado y el medallón de lentejas en salsa veleute con champiñones. De postre, o cremoso de coco y cacao o delicia de hojaldre con yema tostada. Todo… la mar de bueno, ecológico y en un clima festivo y lúdico precioso, como la propia feria.
Podría decirse que, por primera vez en mucho tiempo, el sector ecológico ha aprovechado la inauguración para los medios de BioCultura Madrid 2025 para presentarse en sociedad como un bastión unido e incólume de una ciudadanía (consumidores, ecoemprendedores) que es y representa una vanguardia de restauración de la armonía natural frente a un universo político cada vez más miope, cortoplacista e incapaz de afrontar con valentía y rigor los retos que el mundo del siglo XXI necesita.
*El Decálogo, ¿Qué pide el sector ecológico...?
1.-Reforzar el papel de la Eurohoja y combatir el greenwashing, regulando conceptos como “sostenible” o “regenerativo” y evitando prácticas que pueden llevar a confusión a los ciudadanos.
2.-Impulsar campañas de promoción de los productos certificados que
reivindiquen la Eurohoja como certificado de sostenibilidad y pongan en
valor la calidad de los productos acreditados para aumentar su
atractivo en canal especializado, online y supermercados.
3.-Fomentar la formación en el sector ecológico, tanto en formación básica, incluyendo en todos los planes de estudios contenidos sobre la producción ecológica y sus ventajas; como para los profesionales del sector, con FPs duales y programas de incorporación profesional.
4.-Introducir Incentivos fiscales y económicos para los productores,
reforzando los fondos de la PAC con ayudas nacionales e incentivos
fiscales para la conversión hacia modelos de producción sostenibles.
5.-Favorecer la obtención de certificados ecológicos,
financiando los costes de inspección y certificación y avanzando hacia
la armonización de los procedimiento y costes en todo el territorio.
6.-Fortalecer la digitalización e innovación mediante cuotas específicas para el sector ecológico en programas de digitalización existentes e iniciativas como sandboxes y espacios de experimentación.
7.-Impulsar un programa nacional de asesoramiento técnico para
favorecer la conversión de nuevos profesionales y apoyar a productores
ecológicos en la mejora de sus rendimientos y la aplicación de mejores
prácticas.
8.-Impulsar un IVA superreducido a los productos ecológicos, con
el objetivo de que el consumo de productos sostenibles sea también más
asequible y estos se conviertan en habituales en la cesta de la compra
como ya lo son algunos productos eco.
9.-Establecer un objetivo de consumo de productos orgánicos en cocinas públicas de al menos un 25%, acompañado de criterios y estándares mínimos en licitaciones públicas.
10.-Incentivar una oferta básica de productos ecológicos en los puntos de venta,
planteando bonificaciones fiscales graduales en base a la oferta de
productos eco o el peso de éstos sobre la facturación total.








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