Estos elaborados cárnicos ocupan, por derecho propio, la cúspide de nuestra cultura gastronómica por ser capaces de
alimentar, cuidar y hacer disfrutar al ser humano.
El Cerdo Ibérico lleva desde la época romana trabajando para el hombre. Básicamente, su función consiste en transformar recursos naturales de origen vegetal, como las bellotas, en proteína animal de la máxima calidad, nutritiva, deliciosa y llena de propiedades.
Por la genética, se clasifican en Ibéricos Puros e Ibéricos. En los primeros, el padre y la madre son ibéricos puros. Y en los segundos, sólo la madre es ibérica pura.
Por la alimentación y el medio en el que se producen, se diferencian los criados en dehesa (Bellota y Recebo) y los alimentados con piensos (Cebo de campo y Cebo).
De estas producciones se obtienen las siguientes categorías:
- Jamón Ibérico Puro o Ibérico de Bellota: denominación de máxima calidad, utilizada exclusivamente para los jamones de cerdos que se alimentan de modo tradicional, con bellotas y recursos naturales, sueltos en la dehesa al aire libre.
- Jamón Ibérico Puro o Ibérico de Recebo: clasificación que se da a los jamones que proceden de cerdos que después de un cierto tiempo a base de bellotas y recursos naturales de la dehesa, se termina su engorde con piensos (mezcla de cereales y leguminosas).
- Jamón Ibérico Puro o Ibérico de Cebo de campo: clasificación que se da a los jamones procedentes de
cerdos criados en el campo con piensos (mezcla de cereales y leguminosas) e hierbas.
- Jamón Ibérico Puro o Ibérico de Cebo: clasificación que se da a los jamones procedentes de cerdos cuya alimentación se basa en piensos constituidos por cereales y leguminosas en recintos cerrados.
La Norma de calidad obliga a que en el etiquetado del producto aparezca:
A. Nombre de la pieza: jamón, paleta o caña de lomo.
B. Raza: ibérico puro ó ibérico.
C. Alimentación: Bellota, Recebo, Cebo de Campo o Cebo.
D. Certificado por: nombre del organismo independiente de control que certifica que el producto cumple la normativa.
Desde el sacrificio del cerdo hasta que el consumidor disfruta de los aromas de su producto Ibérico favorito, todo el proceso está sometido a los más rigurosos controles.
Al igual que otros productos tradicionales de nuestro país, los jamones ibéricos han puesto de manifiesto que la sabiduría popular y la comunidad científica pueden estar de acuerdo.
Los Jamones Ibérico Puro e Ibérico tienen propiedades muy interesantes para el consumidor.
Además de contener proteínas de alto valor biológico, los Jamones Ibérico Puro e Ibérico aportan al organismo minerales esenciales como el hierro, el zinc, el calcio, el fósforo y el magnesio. Contiene vitaminas B1, B2, B3, B6 y D.
Pocas veces algo tan bueno supo tan rico, aportando al organismo 380 calorias por cada 100 gramos de
producto.
El ácido oleico es la seña de identidad del Jamón Ibérico. La composición del Jamón Ibérico en sus distintas variedades presenta un elevado contenido en ácidos grasos monoinsaturados.
Concretamente, el contenido en ácido oleico constituye más del 50% de la porción grasa del Jamón Ibérico.
¡Sano y Exquisito¡
(En 1992
se constituyó ASICI, la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico, integrada por las organizaciones más
representativas del sector productor y transformador. Sus asociados representan
a todos los agentes implicados en este producto. En 1999 llegaría el
reconocimiento oficial del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino).
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